Reseña: Guerra Mundial Z (Max Brooks) -2006-



Cómo exprimir un género hasta la última gota de sangre negra chiclosa.


Primero, no es la película de Brad Pitt, no tiene nada que ver, y no sé que quisieron hacer cuando hicieron la película. No hay protagonista, ni escena del pasillo, ni enfermos, y apenas se hacen referencias a la novela.  Aclarado esto, vamos con el libro.



Me declaro fan de las películas de Zombies. No sé si las habré visto todas, pero al menos todas las importantes, desde White Zombie (1932) que se supone la primera, pasando por I Walked with a Zombie (1943), todo el ciclo George Romero desde The night of the living dead (1968) (Para mí la mejor de la historia)  y muchos muchos  etcéteras que no vienen al caso,  salvo para remarcar el hecho de que es un género que siempre asocié a las películas y cómics. Y algún que otro cañonazo con mazorcas. Y hasta ahí. No recuerdo haber leído otra novela de zombies “estrictamente” (Ya que Frankenstein no lo es). 

Sabemos que el género cuenta ya con muchos “must”, y está en la habilidad de cada guionista/director presentar algo original, bajo riesgo de que la horda de enfermitos cinéfilos se queje porque faltó tal o cual cosa.  

Al estilo Jamie Kennedy en Scream: 

1) Tiene que haber un grupo diverso de gente aislada donde al menos dos(2) se lleven mal. Cuanto más ñeti

2) Uno del grupo debe ser mordido (de ser posible, el negro buenito). 

3) No hay que alejarse del grupo, ¡y menos para tener sexo! 

4) En algún momento deben ser asediados, más o menos para el clímax de la historia. 

5) * (opcional) Si los eventos ocurren en París, se tiene que ver la torre Eiffel en algún momento. 

Sobre estos súper aceitados clichés se construyen luego las historias humanas, que son el verdadero gancho de las películas. La falta de instituciones y/o leyes, la convivencia obligada, el hastío, la falta de perspectivas, el hambre, o lo que sea que se le ocurra al guionista para colorear su historia. O mucho gore, miembros desgarrados y disparos en la cabeza para compensar.

Ése es el punto de leer algo como Guerra Mundial Z. Como fan de las películas de zombies, e incluso sabiendo que el género descansa mucho en el aspecto visual, quería ver qué pasaría si eliminamos lo de siempre y dejamos solamente las historias. Es más, quitémosle la acción directa, que pase a ser un relato en primera persona, una entrevista. ¿Funcionaría? Bueno, en principio, el resultado es bastante óptimo.

Guerra mundial Z es eso. No hay narración, la historia se va construyendo en base a la información que nos van dejando cada uno de los entrevistados, los cuales asumen que su entrevistador está al tanto de eventos que no vale la pena explicar porque son de común conocimiento para ellos (y que como lectores tendremos que ir develando de a poco). Es como si fuera un mockumentary escrito, con un montón apreciaciones sobre algo ficticio. Cierto es que si alguien me planteara una novela que no es una novela, donde no hay protagonistas y se basa en puras entrevistas, me atrevería a decir que es una porquería. De hecho, quizás este libro sea una porquería: pero es la porquería que mejor desarrolla todo lo que me gusta del género zombie. No hay gore, no comen cerebros (aunque se extrañan un poco): en cambio hay estrategia militar (cómo atacar a un ejército desordenado, qué munición usar, cómo detener a un tipo al que si le prendés fuego sigue caminando prendido fuego, cosa que lo vuelve más peligroso), hay política internacional (quién lidera, qué hacemos con los refugiados, como controlar las migraciones, etc). O peor ¿Dónde se originó la plaga ?¿Podría alguien beneficiarse de  tal calamidad?

Todas estas interrogantes van siendo desmenuzadas en los relatos de cada entrevistado, que puede ser un doctor en China, un marine, un contrabandista o una señora que salió a hacer los mandados. Cada relato se centra sobre algún evento específico del cual el entrevistado es superviviente, a modo de hilo conductor, pero donde los detalles terminan siendo la comidilla.  Y como son cortitos, se pueden leer uno atrás otro sin problemas. Al final se termina por tener una visión global de como se fueron dando más o menos los eventos cronológicamente, basándose solo en las historias personales. Una interesante forma de escribir una historia ficticia.

Considero a este libro más una forma de ejercicio creativo que una novela en sí. Es accesible para cualquiera, no posee grandes complejidades. Podría criticarse la falta de profundidad de los personajes entrevistados, que por momentos suenan todos iguales. Pero el raro proceder de la (inexistente) trama dispara la imaginación y la atención sobre otros aspectos. En suma es un libro redondo, sin necesidad de secuelas o precuelas, que cumple con lo que calculo debe ser su objetivo último: entretener al lector. Es más, de seguro voy a releerlo, porque el viaje me resultó más que agradable.

Si ud es fan del género zombie, entrele que no se va a arrepentir. Para otros, entiendo que puede ser un muy elaborado bodrio.  Para mí, el mejor bodrio de zombies que leí hasta la fecha, pero sin salirse de los márgenes. Es raro, porque pese a la cantidad de falencias que posee a nivel narrativo, no deja de entretener en ningún momento . Por mi parte no podría exigirle más al género, esta muy bién.  Para todo lo demás, existe Gaiman.

Guerra mundial Z es un libro ligero, ideal para esas resacas literarias severas. Ideal para leer el playa, en el tren, o haciendo cola en el AnSes o municipalidad de su ciudad. (Donde seguramente podrá establecer algunos paralelismos). Saludos

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